La mejor medicina para el envejecimiento no está en una pastilla
La mejor medicina para el envejecimiento no está en una pastilla, está en el amor
Sebastian Salgado
8/18/20251 min leer


En el Centro Geriátrico Los Cedros, creemos firmemente que la mejor medicina para el envejecimiento saludable no se encuentra en una pastilla, sino en el amor, el acompañamiento, la socialización y la actividad física.
El bienestar del adulto mayor se construye día a día con gestos de cariño, rutinas activas y relaciones humanas que nutren el corazón.
Amor y acompañamiento: el verdadero cuidado del adulto mayor
El cuidado de adultos mayores va mucho más allá de la atención médica. El amor, la empatía y el acompañamiento diario son elementos esenciales para mantener una vida plena y feliz en la tercera edad.
En nuestra residencia geriátrica en Quito, cada abuelito recibe atención personalizada y cariño constante. Un abrazo, una conversación o una sonrisa son tan importantes como cualquier tratamiento, porque fortalecen el ánimo y la salud emocional.
Socialización: una terapia para el alma
Uno de los pilares del envejecimiento activo es la socialización. Participar en actividades grupales, compartir historias o simplemente reír juntos ayuda a prevenir la soledad y estimula la mente.
En el Centro Geriátrico Los Cedros fomentamos la convivencia, la amistad y la comunidad, creando un ambiente donde cada adulto mayor se siente valorado y acompañado.
Actividad física: movimiento es vida
La actividad física en adultos mayores es clave para mantener la movilidad, la independencia y una buena salud. En Los Cedros realizamos terapias físicas diarias, caminatas y ejercicios adaptados para cada residente.
El movimiento no solo fortalece el cuerpo, sino también la mente: mejora el estado de ánimo, estimula la memoria y aporta energía y vitalidad.
Envejecer con sentido y bienestar
Envejecer no es una enfermedad: es una etapa de crecimiento, sabiduría y amor.
En el Centro Geriátrico Los Cedros en Quito, trabajamos cada día para ofrecer un entorno lleno de respeto, calidez y atención integral. Porque la mejor medicina no se compra, se construye con amor, compañía y actividad diaria.